jueves, 5 de marzo de 2015

La evaluación del aprendizaje cooperativo

Utilizar el trabajo en grupo dinamiza la clase, hace participar al alumnado, favorece el aprendizaje activo y significativo. Pero, ¿cómo evaluamos el progreso individual?
Tenemos en nuestras manos una publicación que puede orientarnos, guiarnos e incluso ofrecernos herramientas para utilizar los grupos de aprendizaje cooperativo y para evaluar el trabajo en el seno de estos grupos.
Esta publicación nos muestra cómo hacer que el trabajo en  grupo se convierta en una herramienta eficaz.  La mayoría de los procesos de evaluación más interesantes requieren un contexto de trabajo en grupo. En ese sentido los hermanos Johnson relacionan el grupo y la evaluación y profundizan en el vínculo que ha de establecerse entre ellos. De ser así, más aprenderá el alumnado y más eficiente será el docente.
Además, la estructura de los grupos, las posibilidades de colaboración optimizan e incrementan la calidad de vida  en el aula. Es importante capitalizar el poder de los grupos a la hora de plantearse la tarea de evaluación y sobre todo en la evaluación individual, a la que le dedican un capítulo completo.
Lo más distintivo y significativo que nos ofrecen reside en conocer y descubrir el poder de los grupos, en saber estructurarlos para que sean cooperativos y así poder diseñar nuestro plan de evaluación, utilizando la coevaluación y la autoevaluación, la evaluación individual  y la grupal. Proponen crear y generar situaciones de grupo que nos permitan evaluar competencias, destrezas y habilidades.
Como novedad, la presentación de una lista de control para valorar la integración de la evaluación en el proceso de enseñanza. En ella señalan seis aspectos fundamentales:
La evaluación como ensayo cognitivo,  la evaluación como integración de contenidos nuevos en otros contenidos, la evaluación como facilitadora de marcos conceptuales, la evaluación como ejercicio de razonamiento superior, la evaluación como reconceptualización de lo que se está aprendiendo y la evaluación como transferencia de los aprendizajes.
Tenemos la oportunidad de disfrutar en esta publicación del desarrollo y profundización  en cada uno de estos aspectos.

Concluimos esta reseña con palabras de D. Johnson y R. Johnson, que asumimos como nuestras:

"...Implicar a los educandos en el proceso de evaluación tendrá como resultado una personalidad más madura..."

"El nivel más alto de la clasificación realizada por Bloom (1976) consiste en generar, mantener y aplicar una serie de criterios externos e internos. (...)Trabajar conjuntamente creará una comunidad de aprendizaje en la que la implicación de los estudiantes en el proceso de evaluación servirá para mejorar todos los aspectos del aprendizaje y la educación."

JOHNSON, D. W., JOHNSON, R. T. (2014): La evaluación en el aprendizaje cooperativo. Cómo mejorar la evaluación individual a través del grupo. Ediciones SM. España.

Dolores Pevida Llamazares